Quand est-ce qu'on va oú?

No sé bien como empezar a decir tantas cosas que pudiera decir. Porque a veces creo que valdría la pena decirlas, y otras tantas veces me convenzo de que no dedicarías tiempo a leer sandeces. Al menos no del tipo de las que yo digo.

Ha pasado mucho tiempo desde que conversamos por última vez. Yo vivía la más hermosa de las casualidades. No importaba más nada que esa extraña calma que me brindaban las horas a tu lado. Eso es ya pretérito pluscuamperfecto.

Soy ya viejo, y sin embargo, aún vivo de fantasías. "Tengo suficientes como para cien vidas". Pero la realidad ha sido siempre más vana y más cruel, por lo cual me es imposible aferrarme a ella. Tu, aún no sé con claridad si fuiste alguna de las dos, o siempre te mantuviste en el umbral de ambas.

Los días sin ti han sido más de lo mismo. He tratado de cumplir tu exhortación al pie de la letra, y, sin embargo, heme aquí. Acostumbrarme a tu ausencia fue un proceso doloroso. Antes de todo, al menos podía albergar la esperanza de que pudiéramos conversar un rato si tu tiempo lo permitía, pero luego, esas caminatas sin rumbo se hicieron cruelmente amargas y llenas de deseos de verte, de compartir contigo. Tuve que inventarme una vida nueva prácticamente, una rutina distinta que atenuara tu recuerdo y me brindara relativa calma ante toda la tormenta interior que yo vivía. Pero aún buscando alternativas a esas ganas de pasar tiempo contigo, no alcanzaba a huir definitivamente de todo aquello. Porque trataba de estar lejos de todo, pero luego descubrí que lejos es donde tu no estuvieras. Y eso sí me resultó imposible.

No me disculparé jamás por decir lo que he sentido por ti. Debo, mas bien, disculparme mejor por la manera en como lo sentí e incluso lo expresé. La verdad es que no creo haber querido a nadie de la manera en que te quise, y pot lo tanto, jamas tuve intención de causarte algun mal. Y aunque tu no hayas sentido lo mismo con la misma intensidad, no quiere decir que -tal vez- no me hayas querido muy a tu manera. Si todo hubiera sido distinto, si quizá la vida hubiera sido un poco mas amable con nosotros, a lo mejor yo hubiera podido signigicar algo más para ti, más parecido a todo aquello que tu eras para mí.

No aspiro con esto alguna conmisceración. "Hasta creo que es bueno para mí. Encontrar una vida que sea completamente mía. Eso nunca lo he tenido. Y sé que no siempre crees esto, pero tu mereces ser feliz. Por favor, sé feliz."

Has sido demasiadas cosas en la vida. Pero sobre todo, eres un sobreviviente. Yo creo en ti, te admiro, te respeto, y honestamente, aún te quiero. Si yo no represento nada bueno para ti, sé que no es tu culpa. Yo hice que eso pasara. Pero antes que termines de sepultar todo vestigio de mi, por favor, perdóname.

Para mi abrazarte era como abrazar los cinco continentes. Escuchar tus historias era la plenitud de felicidad que borraban mis horas aburridas un día cualquiera. Escuchar tu música era suavizar los raspones del alma que causan las decepciones profundas o las expectativas demasiado altas. Estar contigo era mi privilegio. Estar sin ti ha sido la manera en que me dicta la conciencia que algunas utopías jamás se realizan. Y aún así, te guardo como el mejor de mis secretos, esa época a la que uno huye en su mente, donde todo era mejor. Así escojo recordarte. Hasta que finalmente ya no me dé tristeza. Hasta que pueda dejarte ir.

Aquí la vida pesa. Se hace menos vida cada día. Me sorprende que aún estés por esta tierra donde penamos quienes no hemos sido valientes para cambiar nuestro destino. Ojalá tus raíces, esas que has tratado de plantar y según tu, nunca germinan, encuentren acá terreno fértil para tu prosperidad.

Yo espero en esa promesa implícita de que Julio es místico, y siempre trae algo contundente para variar un poco esta existencia gris. Y es mi más ferviente anhelo que donde quiera que estés, las estrellas brillen para que encuentres la tuya, como diría el principito.

Un abrazo, siempre caluroso.

Juan.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito...

En libertad