F. R. I. E. N. D. S

Y aquí estamos. Como si la vida no nos permite avanzar. O como si voluntariamente nos sentamos para evitar hacerlo.

Te vas desdibujando. Ya no tienes ese brillo de los dioses del Olimpo. Sigues siendo quien eres, y lo que me gusta, pero ya no tienes la magia de antes. Ha sido necesario que mi mente te emplace en el lugar que te corresponde. Porque a fin de cuentas, aunque fuiste único, como el zorro domesticado, hoy eres exactamente lo mismo que yo para vos: Uno mas. En nada te pareces a mi rosa, nadie os ha domesticado.

Uno mas que aunque parezca diferente, tiene vestigios del mundo real, tan frescos, que no es valido otorgarle ninguna superioridad.

"Problemas técnicos". Si hay maneras creativas de creer que uno es idiota, tu las has usado todas. Pero es difícil embaucar a alguien tan trastornado por sus intereses. Tan obsesionado por sus gustos. Tan empecinado en alguien. Tus problemas técnicos son del coco, y no de las facilidades de comunicación.  Porque siempre es incómodo mostrar atención a otro, cuando el centro de tus atenciones te ha esperado tanto tiempo. No te preocupes. Si pasara un año sin verte, también tendría problemas técnicos con el resto del mundo. Sé entender cuando no soy prioridad. Y yo, la tuya, rara vez he sido.

Ese chitchat con el cual me debo conformar... espera: Ya no es necesario. He pasado los días contando tu ausencia, pero desapareciste repentinamente y no cuando viajaste la primera vez. Fue de un día para otro, como quien muere en salud aparente, ¿o como quien siempre ha estado muerto, tal vez? Ya me demuestro que es posible ignorarte, hasta que gires en esa espiral del olvido, y te conviertas en la memoria de aquello que nunca fue.

Ya no vale de nada lo que dice "la carta", a la cual te empeñas en hacer referencia. A fin de cuentas no era para ti. Era para mi. Para sincerar mis emociones, y esclarecerte a ti, que muy por el contrario a tu eterna incapacidad, yo fui derrotado por la ilusión de mis propios anhelos. No era un ensayo literario para recibir elogios. Es la historia de mi agonía personal de no huir cuando sabia que mi voluntad cedía, de ir perdiendo la razón y darme cuenta que las horas a tu lado comenzaban a tener un significado mayor que el que debían tener. De ofrecer un camino mas excelente para que mis intenciones no fueran cuestionadas. Pero darme cuenta que fue precisamente eso lo que me convirtió en amigo.

¿Amigo? Mis amigos llevan nombre y apellido en mis contactos telefónicos. Son tan pocos que los puedo recordar. Ser amigo es algo distinto. Seamos honestos, tu y yo no somos amigos.

Podemos ser cualquier cosa, hasta que ya no seamos nada. Pero ser amigo es una definición compleja. No te otorgo ese lugar porque no creo que lo merezcas. A quien llame amigo conoce mis secretos, mis ideas, mis temores, mis esperanzas, mis gustos, mis obsesiones, mis derrotas y mis triunfos, mi risa fuerte y mis tristezas profundas, mis decepciones, mis historias del pasado, mi manera de pensar. Tu no tienes mas que una versión simple de distribución gratuita. La versión verdadera hay que pagarla, pero mi precio es supremamente costoso, aun para ti. Entiende que, si de algo puedo jactarme, es no haberte mostrado todo lo que soy. Porque la duda es mi compañera, ante lo que no descifro con claridad. Porque para llegar al centro de mi vida debo sentir que eres genuino en tus procederes, y tengo demasiada evidencia de lo contrario.

Entonces, amigos no es la definición para nosotros. Hasta que seamos solo "alguien que yo conocí". Cierto, como dice la canción, tu seras la historia mas bonita, la que nunca se te olvida. Pero de aquí a un tiempo, seguramente seras uno mas en el cuarto de recuerdos. Junto a tantos otros de los que muchas veces te distinguí, pero hoy tristemente acompañas. Y si entendieras eso, seria letal para tu estima. No quisiera que nadie sintiera lo que es estar en ese lugar, lleno de pasado y de fantasmas, porque luego de ahí, cuando ya no hay espacio para lo nuevo, se desechan en el basurero de la memoria, y como ensena Bing Bong, de allí jamas se vuelve.

No. Nosotros no somos amigos.









Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito...

En libertad

Invicto