Imposibles

Día 33
Día de resignación, y de templanza. Probablemente en el que se puede dar todo por perdido. Paris, el sur de Francia, Berlín, todos son pasado reciente. El futuro es el que amenaza.

Me desgasto en una búsqueda incansable, de algo que no tengo garantía de encontrar. Solo por temor a no encontrarme en la más austera de las soledades, si es que se te ocurre regresar, habiendo revivido todos los muertos que habían sido enterrados.

No creo tener ya tiempo de seguir cultivando todo aquello que he sentido, porque ya a esta hora se convierte en un esfuerzo inútil. Contra México si es verdad que no puedo luchar. Contra el pasado si es verdad que no tengo poder alguno. No importa lo que se crea, quien sabe con propiedad soy yo. Y no me doy permiso de seguir anhelando imposibles. 

Yo, sin embargo, conservo a James Arthur, su cancion, y el mousse de ese sabado, al menos para la posteridad...


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