Foule sentimentale
Oh la la, la vie en rose...
Hoy fue mi día de francés. Recordé que mi mejor pasatiempo ha sido ése, y que es siempre la mejor manera de ver pasar las horas amargas del trabajo con algo bueno que hacer.
Y por otro lado, esta la nostalgia. Estas tú. Porque inevitablemente recuerdo esas tardes en que desde la lejanía eras mi maestro particular. Y hoy lamento no tener a quien acudir con mis dudas, y peor aún, no mostrarle mi progreso.
Me conmueve ir descubriendo cosas nuevas, aún canciones clásicas, los sucesos del día a día, la vida parisina, y no tener con quien comentarlo. Incluso comencé a seguir a un joven americano que vive en Francia hace algunos años y ahora describe los estereotipos comunes entre americanos y franceses. Es divertido. Y como dije, nostálgico. Sobre todo nostálgico. Porque si bien es cierto que no hago el esfuerzo de dejarte ir, y que tu ausencia duele cada día aún como el primero, es como esa tristeza anuente, que ahora tiene justificación.
Foule sentimentale, on a soif d'idéal... Ese soy yo.
Que me juzgue la realidad por mi tendencia a la fantasía. No me avergüenzo. Porque dentro de mis ilusiones, aún permaneces tú. La más irrealizable de todas. Y entre esos sueños perdidos, me concedo el permiso de crear las mas inverosímiles situaciones. De verte, y conversar contigo. De mis muchos fracasos, y de esta falta inmensa que aún me haces. Ya no con la esperanza tenue de reencontrarte después del verano, sino con la plena consciencia de que has partido para siempre.
Y, sin embargo, sigo soñando despierto. Sobre las cosas que te diría, en una conversación que sé que nunca tendremos ya. Y de mis sueños, esos pospuestos porque la vida nos limita a una realidad innegable. Y de ti, de lo que haces, de lo que tu anhelas, de lo que ya has logrado. Esos momentos son breves epifanías, que van alimentando ese espíritu hambriento de buenas historias.
Sueño. Con que los años pasen y se curen tus heridas. Y que ya viejos, arrastrados por los otoños de la edad, pudiéramos vernos las caras y reír de nuestra fragilidad de carácter. La mía en comprender lo que era incomprensible en ese momento, y la tuya, en ponderar mi falta como único elemento para excluirme de tu vida.
Foule sentimentale... Attirreé par les étoiles, les voiles, que des choses pas commerciales...
La vida sigue. Y muy a mi pesar, he visto como al fin de esta historia el camino si se bifurcaba. Es parte de crecer, supongo. Entender que no todo el que marca tu existencia está destinado a permanecer.
A veces solo deseo que tal como dijiste un día, seas feliz. Porque si tu eres feliz, eso me hará feliz. No importa que tu, habiendo sido mi felicidad, hoy no la seas. Si tu la hallas, abrázala fuerte. Y no seas tu un foule sentimentale para dejarla ir.
Ante tanta ausencia, y muy por el contrario a lo que reza la cultura popular, no has dejado de hacer falta. Ojalá encuentres quien te haga falta, así como tú a mí. Y que "el universo conspire" siempre, siempre, a tu favor.
On nous inflige, des désirs qui nous affligent... Foule sentimentale.
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