Here's my station.

Hubo tanta espera por ésta fecha. Como el cumpleaños o la navidad. Como si conmemorarla tuviera sentido. Pero así es, y luchar contra ello es negar una realidad evidente.

Hace 365 días de nuestro casual encuentro. Tu, yo, la noche, un trago inocente. Tu té, tus historias. Las mías siempre más vanas. Esa conexión inexplicable con todo lo que eras en ese preciso instante. Y aún lo que llegaste a ser poco después.

Había tanta soledad en mi alma, que me deslumbró por completo la compañía que me brindaste. Y completaste luego, no por propia intención, sino por mis anhelos, todos aquellos espacios donde los ecos retumbaban ante el silencio de mi vida.

Hoy me toca recordarte como un pasado perfecto. Y nunca, jamás, como presente continuo.

No estábamos destinados a ser, hoy lo acepto. No estábamos listos para tanta locura, para tanta necesidad, para tanto nosotros. No era mi hora. Aunque la vida parecía marcar nuestro tiempo como esas hermosas casualidades no merecidas.

Nunca hubo nosotros. Era mi proyección de lo que profundamente anhelaba. Eso fue la causa de mi error absoluto.

La playa. Mis pensamientos inundados de ti. El color de tu voz, la luz de tus ojos. Eras todo y aún mas. Pero al final nunca fuiste. Y hoy sé que nunca serás.

El dolor cesó como prometía la experiencia. Pero tu recuerdo es el mismo de todos los días.

Ojalá algún día pueda recordar esta fecha sin tanta tristeza.

Sé feliz. Aunque a veces creas lo contrario, es lo que mereces.

Here's my station. But if you say just one word I'll stay with you...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito...

En libertad

Invicto