La vida no tiene borrador.
Nunca he escrito al calor del momento porque es más apropiado permitir que las emociones decanten antes que uno pueda transmitir alguna idea clara.
Pero en este momento nada esta claro. Más allá de sentir que lejos de ser un momento edificante, la noche pasada fue de desencuentros.
Cada cual ve el mundo desde su cristal, y eso no es nada novedoso. Pero existe una extraña predisposición a vernos como rivales, enfrentados en una lucha que no tiene ganadores.
Cada día me convenzo más de no ser apropiado para nadie. Pero insisto idiotamente en cultivar afectos, encadenándome a personas que consideran relativo todo este cóctel emocional y hoy pueden estar y mañana, quien sabe.
No es que considere que hay un fin prescrito. Es que cada desacuerdo crea fisuras que tu no estas dispuesto a reparar. Y yo, me empecino en buscar causas y prever consecuencias. Porque no creo idóneo ignorar esas cosas por "vivir" el presente, porque de presentes efímeros está lleno mi pasado. Y yo, con intenciones de futuro, tengo poca tolerancia a un hoy lleno de trivialidades.
Tal vez por más que uno quiera, querer no es suficiente.
No tengo la capacidad de hacer borrón y cuenta nueva. Pero la vida tampoco tiene borrador para corregir las equivocaciones.
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