1800 mg de litio

4:30 am. Una mañana que pinta larga. Un jueves que no termina. Un viernes cuya única expectativa es ver a la persona que te colorea los días, y que te enciende el morbo para pajearte dos, tres, quien sabe cuántas veces... Al menos en eso se han convertido mis días de ocio. En largas horas​ de nada. Y sin embargo, ese esperar no tiene garantías. Nunca sé con certeza si hará espacio para mí. Sin reproches. Ya es costumbre esto de no vernos nunca. Que me hace falta, si. Pero decirlo es redundante, y aburrido y pernicioso para su autónomo proceder, jamás sujeto a la necesidad de un rato juntos, como si fuese lo mismo estar o no estar, sin alteración de su mundo en forma alguna. Y que aburrido vivir en esta angustia de la ausencia hecha norma.

Se me evaporó la esperanza. Aún quedan días baldíos. La llamada que nunca llegó. Los proyectos que nos guardamos otra vez en el bolsillo. Y la frustración. Pero hay que fingir cordura. Es más sensato de esa forma. Solo a mí se me ocurriría engrosar las listas de desempleados en medio de una mosntruosa crisis general, donde escacea hasta el buen juicio. Y más absurdo aún, haber concebido ideas vanas de irracionalidades cuyo desenlace estaba absolutamente al tanto. Hoy únicamente hay abundancia de hambre, vicios no satisfechos y pensamientos perniciosos.

Tampoco respondieron aquellos. Esperaba poder darte un día único, y que te sintieras ese centro de mi mundo que detestas ser. Un día para exaltar el milagro de tenerte, y sentirme yo feliz de poder ofrecerte olvidar las penas  aún su fuera por algunas horas. Pero la pobreza es un crimen que expío sin intercesión. Y toca postergar todos los planes, porque hasta en eso parezco destinado a fallarte.

Unos días el vaso esta medio lleno, y otros, más largos y oscuros como éstos, completamente vacío.

Ha sido un mes completo de obsolecencia​. Sin vislumbrar oportunidad de renovarse. Tal vez sea demasiado pesimismo en un solo texto. Pero hay momentos cuando se consume toda capacidad de coherencia. Hoy no quiero ser normal y aparentar frescura y despreocupación. Hoy solo encuentro ansiedades. Queda sólo una hora para comenzar mi viernes, y ya quiero que termine. 

1800 mg de litio a juicio del facultativo, y controlamos este breve episodio. O quien sabe.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito...

En libertad

Invicto