But if I let you go...
"A los que juegan a perderte, dejales ganar. No tienes mejor posesión que tu mismo. Ámate, valorate, disfrutate y apoyate para que quien no te quiera con calidad emprenda su camino."
Aquí estamos. En esta proyección de nuestro universo que llamamos realidad. Desgastados y contusos. En cierto modo, agonizantes. Y llenos de una amarga resignación.
Hace días viniste de lejos. De donde la vida era vida. Y trajiste una alegría fugaz como tu visita. Y al mismo tiempo, despedirte era sentir que la vida misma se me apagaba, porque abrí a ti mis cofres sagrados cuando, nuevamente como aquella ultima vez, me desarmaste con tus palabras.
Intente ser el que conoces. Pero tus ojos pristinos ven mas allá. Me dijiste que no era yo, que me veía triste. Y aunque ciertamente albergo tristezas, no pensé que en mi rostro se leyera algún indicio de mis penas.
Me escuchaste con mirada tierna, con la comprensión que solo tu y yo nos brindamos. Me conoces hoy mejor que antes, pero siento tu afecto como siempre.
Tu veredicto no fue distinto al resto. Ni siquiera al mio. Solo que el sesgo que dicta mis acciones pondera todas las decisiones. Ademas, ambos sabemos que huir requiere demasiada valentía y resolución. Pero dice el refrán; donde no puedes amar, no te detengas.
Hoy se que duramos lo justo. Y que este sobretiempo me hace daño por apego y sentimentalismo. Y que veré días largos en su ausencia. Pero es mejor que se viva, y no que se sienta. Que no juguemos a la rutina de vernos distanciados por la intolerancia. Ni que yo siga esperando un compromiso que ya no quiere cumplirse.
Debo irme, asi lleno de amor como me siento. Para que al olvidarte puedas ser un buen recuerdo.
A veces, como hoy, quiero abrazarte fuerte, como si sintiera que no volveré a verte. Pero ya nada me es permitido contigo. Ni siquiera un brevisimo beso, que es lo mas a lo que debí conformarme, es ya prerrogativa.
Hoy, como las ultimas semanas, estoy lejos de ti, en presencia y espíritu. Tal vez es la mejor manera de no sentirme invasor de tu espacio. Donde hoy ya no me siento bienvenido.
Si, me invade la angustia de como vivir sin ti. Pero no es la primera vez que me adapto a mi locura. Te quise cuando pensé que ya no podía querer. Hoy, como antes, me obligo a desquererte porque ya tu no me quieres.
No tuvimos paciencia de ver llegar el futuro. Quizá sea mejor de lo que juntos pensamos.
Comentarios
Publicar un comentario