Cada día sigo sacando espinas de lo profundo del corazón

Ha pasado algo de tiempo desde la última vez. Y es que "remover los sedimentos de la nostalgia" no es un pasatiempo aconsejable. Sin embargo, heme aquí. Quizá por masoquismo, o simple maneras de vaciar un poco ese caudal de reminiscencias que no han dejado de correr ni un segundo, desde siempre. Ese constante acoso del pasado, que se sigue haciendo presente a la fuerza, ya por presidposición macabra, o por inhabilidad proba.

Lo cierto es que a veces me doy la tarea de recolectar recuerdos viejos, porque los más nuevos todavía duelen... "Entonces en el fondo de aquel corazón lacerado comenzó a formarse una llaga mortal; arrastrando tras sí a los remordimientos, no de aquellos que se apoderan de la imaginación como las furias de la antigüedad, sino de los que con zumbido sordo y doloroso hieren el corazón en ciertos instantes y le mortifican con el recuerdo de lo pasado. Veneno fatal, cuyas corrosivas punzadas exasperan el mal y le van profundizando constantemente hasta la muerte. De esta forma es como después de un sufrimiento, si bien que instintivo, violento, entra en conocimiento el herido de que no puede acercar impunemente el dedo a la llaga palpitante y sangrienta hasta que esta se haya cicatrizado. 
Pero la herida que recibiera [Juan], era de aquellas que no cierran nunca, o que si llegan a cicatrizarse no es sino para volverse a abrir después más enconadas y dolorosas que antes."

El tiempo sigue su curso. Y no sana como cuentan. 

¿Que si te extraño? Es un ejercicio de todos los días. Decir que no es autoengaño. Decir que si es autoflagelo. Por ello es más fácil barrer y poner bajo la alfombra, y no dar espacio a nada. He eliminado cada memoria posible, hasta que te pierdas dentro de mis recuerdos. Pero a esas pocas pruebas tangibles que ya no existen las acompaña un sinfín de remebranzas intangibles que han sido renuentes a su extinción. O quizá, como Joel Barish, las escondo, decidiendo conscientemente conservar por lo menos parte de esos recuerdos de y de ese "amor",  llevando esas memorias idealizadas  a memorias que no tienen relación con nada. Es más compplejo, créeme. 

Hoy me volvieron esas ganas de hablarte, aunque no estés. Y lucharé contra ese monstruo invisible que te mantiene con vida, porque si hemos enterrado el recuerdo, no sirve de nada llevarle flores todos los días. Me quitarán de quererte, pero de olvidarte nunca.


Sí, te extraño. 













Comentarios

Entradas populares de este blog

Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito...

En libertad

Invicto