Serendipias y otros imposibles.
Hoy, legalmente, son 365 días con sus noches. El tiempo que conmemora esta fecha tiene demasiada magia como para olvidarlo tan de prisa. De igual forma, jamás he pretendido olvidar. Más bien, eliminar la frecuencia con que los recuerdos inundan la mente, y tratan de evocar sentimientos ya muertos. Aunque hoy me demuestre que siguen vivos. Será tal vez aquello de la ley de la atracción, el secreto. No hallo explicación coherente, pero no le atribuyo nada al destino. Simplemente porque me demostré hace ya tiempo que tal percepción es subjetividad pura. Que no existe nada escrito previamente. Que las cosas no siguen ningún curso predicho. Que es solo una coincidencia de las más hermosas, aunque conlleve toda aquella tristeza y todo los recuerdos juntos. Verte hoy fue celebrar un aniversario de ese nasciturus. Un momento entre nostálgico, alegre y cruel. Todo a la vez. ¿Por qué volteé? ¿por qué fuiste tu quie...