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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Je ne besoin pas de vous

Una nueva semana y un mismo cansancio. Porque la nada también agota. O simplemente es fatiga de una rutina que no deja ganancia. Y luego están mis pensamientos. Esos que cazan mi cordura como presa inocente, que de vez en cuando logra escabullirse, pero que en ocasiones termina atrapada y devorada por los recuerdos. El interminable devenir de mis días. Los mismos errores, las mismas ausencias, los mismos miedos. La desconfianza de todo y de todos. El análisis frío de acciones y actitudes. Las resoluciones inconclusas, y la falta de coraje para asumir la realidad de los hechos. Y sobre todo, la soledad. Imagino el día de fin de año y ensayo mi fortaleza para que los sentimientos no se me agolpen de pronto al recibir los fantasmas de estos meses, cuando visiten mi memoria. 2015 ha sido duro. En todos los ámbitos de la vida, y particularmente, en el sentimental. Cuanta falta me hacen mis fantasmas. Cuanta felicidad me dieron. Cuanta alegría ...

A rush of blood to the head

Sabía que pasaría. Que algún día la tómbola que es la vida giraría en mi contra y te encontraría. Grandiosas las casualidades que me llevaron a caminar por la acera contigua, porque habría sido devastador tener que mirarte a los ojos. Pienso que habrías cruzado la calle para no toparte conmigo. Alguna manera de escabullirte habrías encontrado. Mejor fue que quizá ambos, queriéndolo o no, hayamos pretendido no reconocernos. Pensé que cuando sucediese no sentiría tristeza, pensé que toda emoción quedaba ya desarraigada. Pero creo haberme equivocado. Quizá tu ni siquiera me viste. Pero yo, honestamente, te buscaba. De otro modo no hubiera sido para mi tan fácil reconocerte a distancia, y abrumarme con esa explosión de adrenalina que me nubló por segundos, sentir esa contracción en el estómago y esa tristeza instantánea que vino luego. Era verte después de tantos día...

Utopías

Repitiendo historias tal vez. Reviviendo el mismo suceso, como explica la filosofía zen. Y tropezando con la misma piedra. Ya me conozco el relato. ¿Voy al volver al hueco de mis eternas miserias? No lo sé. No quiero más de lo mismo. Quiero más y mejor. Merezco algo digno de contarse. ¿O será que en definitiva no lo merezco? Tiempo al tiempo. Ya vendrá la siega. El campo se pondrá blanco. Y si no, tendré esta memoria de mierda para revivir esos recuerdos cuando la soledad consuma. Lo peligroso es que los traiga de vuelta con un Phoenix stone. A sus cuerpos descompuestos. Sentiría esa misma emoción de Rick al escuchar sus voces una última vez. Despedirnos. Y cerrar sus ojos con verdadera ternura, para que ellos y yo, juntos, descansemos. Yo de mis incesantes anhelos de lo que no consigo, y ellos de mi mal llevada necesidad de convertirlos en mi baluarte. Ya no me queda sino mis rutinas, nuevamente a la deriva de los vac...

Si jamais j'oublie

No caeré en la trampa de decir que no te recuerdo. Eres ese recuerdo indeleble en mi mente, pero que afortunadamente ya no causa estupor en mi aporreado corazón. Te recuerdo. Como aquel pasado que representas, lleno de lo bueno que yo vivía, pero desde la convicción de lo que nunca fuiste, a pesar de lo que yo quería que fueses. Y te pienso hoy con agradecimiento a la vida misma, porque tu tiempo pasó, y me enseñó aquello que quiero, y aquello que deseo jamás yo ser. Ya no es tristeza, sino aceptación. Saberte inmerso en tus constantes miserias, y satisfecho de no contaminarme yo más con la mentira de una doble vida. Conocerte fue una lección difícil, pero poco a poco voy desentramando sus enseñanzas. Ser quien uno es en este mundo que hemos escogido es una decisión valiente. Y los juicios de cada realidad son a veces inevitables. Sin embargo, después de tanto camino recorrido, presumo que vivir con mayo...

Comme de vieilles feuilles mortes

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Sí, tener noticias tuyas es como abrir una ventana, pero entonces me vienen unas ganas incontenibles de abrir más ventanas y, lo que es más grave (qué locura) de abrir una puerta. Sin embargo, estoy condenado a ver las espaldas de esa puerta, su lomo hostil, duro, inexpugnable, concretísimo, pero nunca tan sólido como un buen  argumento, como una buena razón. Tener noticias tuyas es como abrir una ventana, pero todavía no es como abrir una puerta… Algo esta mal en mi. Quizá las acechanzas de ese pasado que no dejo ganancias jamas terminen. Es un eterno juego de la mente, trayendo de a poco los recuerdos mas eficaces contra la cordura, con una precisión inimaginable.  Así de pronto reviven los muertos, cada uno a su tiempo, cada uno con sus mismos argumentos. Dales, Señor, el descanso eterno. Que conserven para si sus reproches, sus ofensas, sus chantajes. No hay mas dolor para ellos, no puedo haberlo. Pero me atormenta un poco que crucen los umbrales desde el mas allá...

My heart is in that coffin with you

[Lily to Damon] You do realize that this innate desire to keep Elena physically present in your life, this boyish refusal to let her go, will only put her in more danger? After everything you've been through, what a shame it would be to lose her because you're too terrified to find out who you actually are without her. [At the SALVATORE BOARDING HOUSE, Damon is seen walking down into the wine cellar in the basement, where he takes an old bottle of wine out of a drawer. Back at the OLD SALVATORE ESTATE, Damon is seen sitting on one of the broken-down walls in the ruins, where he is writing in a journal, narrating the entry in voiceover as he does so] Dear Elena... Yes, you heard that correctly-- Hell has frozen over. I'm writing it all down. Granted, I'm a half-bottle in, thanks to my 1950 Chateau Cheval Blanc, a bottle I waited 65 years to open. I used to spend nights sitting in my wine cellar, convincing myself I could actually hear it age-- tannins growing,...