Je ne besoin pas de vous
Una nueva semana y un mismo cansancio. Porque la nada también agota. O simplemente es fatiga de una rutina que no deja ganancia. Y luego están mis pensamientos. Esos que cazan mi cordura como presa inocente, que de vez en cuando logra escabullirse, pero que en ocasiones termina atrapada y devorada por los recuerdos. El interminable devenir de mis días. Los mismos errores, las mismas ausencias, los mismos miedos. La desconfianza de todo y de todos. El análisis frío de acciones y actitudes. Las resoluciones inconclusas, y la falta de coraje para asumir la realidad de los hechos. Y sobre todo, la soledad. Imagino el día de fin de año y ensayo mi fortaleza para que los sentimientos no se me agolpen de pronto al recibir los fantasmas de estos meses, cuando visiten mi memoria. 2015 ha sido duro. En todos los ámbitos de la vida, y particularmente, en el sentimental. Cuanta falta me hacen mis fantasmas. Cuanta felicidad me dieron. Cuanta alegría ...