Quiero comprarle a la vida cinco centavitos de felicidad.
"Los motivos adultos, o quizá las excusas adultas de los miedos que vienen después, no son fantasmales, sino insoportablemente reales. Sin embargo, a veces les agregamos fantasmas de nuestra cosecha, ¿no te parece? A propósito, ¿cómo andan tus fantasmas? Dales proteínas, no sea que se debiliten. No es buena una vida sin fantasmas, una vida cuyas presencias sean todas de carne y hueso." Es época de muchos cuestionamientos. De mucho anhelo de serenidad. Y ya no tanto por los factores exógenos que azoraron las llamas, sino porque el infierno personal ha devastado casi todo, y la pulcra loza que cubría la tumba fue removida. No son 27 vampiros. Y he descubierto que Legión no es muchos, sino uno solo. Soy yo. Me es fácil identificarme con un cuadro depresivo. De esos que continuamente he superado, pero que no dejan de infundir cierto temor en mi débil raciocinio. Porque no todas las veces se tiene la cordura de enderezar la v...