Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Algunos días parecen inexplicablemente destinados a ser tristes. O quizá es una predisposición natural, o una costumbre ya arraigada. No sabría precisarlo con exactitud. Pero si puedo decir que aquello de que las personas que más ríen tienen las más grandes tristezas, puede que sea cierto. Hoy hubo mucho de risas. Podría mostrar una realidad distorsionada: Hacerlos creer que Juan no tiene cosa alguna que le perturbe. Más los hechos, esos sucesos que componen nuestra percepción del ahora, son silenciosamente distintos. Hoy el cansancio me ganó la batalla. O digamos que me era necesario esa brevísima desconexión que el sueño proporciona. Siguen rondando esas ganas de huir. Las que se soslayan momentáneamente entre el ajetreo de los días. Ajetreo que solo se traduce en levantarse a la misma rutina vacía, caminar entre el tiempo como si fuera un espeso caldo, grueso y pegajoso, que impide avanzar con rapid...