Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2016

Hasta el día que me muera

Si pudiera escribirte, verte o hablarte te diría que hoy te extraño. Que te he extrañado todos los días desde que no te veo. Que me hundo en una tristeza profunda que a veces me ahoga demasiado para contenerla. Y que quisiera tan solo revivir por unas horas la ilusión de estar cerca de ti. Yo sé que es imposible, y que de deseos esta pavimentado el camino al infierno. Pero hoy me cuesta un poco dormir. Porque la tristeza me gana la batalla, y cuidado si la guerra. Me haces mucha falta. Y quizá me hagas falta hasta el día que me muera.

I keep watering my dead flower

Imagen
Hay momentos en que innegablemente sucumbo a mis memorias. Y es que caminar a la luz del día no es algo a lo que me haya acostumbrado fácilmente. Si las cosas cambian de seguro buscaré inmediatamente alguna alternativa. Es imperativo. Ese trayecto es demasiado desalentador y demasiado cruel. O al menos lo es mi mente, que le da por rescatar todas aquellas imágenes del álbum que escondí para tratar de ignorar ese sentimiento de extravío, ese vacío del presente. Cuando la angustia copa sus límites, no me queda sino acariciar la misma idea absurda, y suplicar que se convierta en realidad, con convicción absoluta de que es imposible. Porque la otra opción que idealizo es la de Alaric, suprimiendo todo sentimiento por compulsión, para asegurarme que podré seguir adelante sin ese recuerdo atormentando mis días. Una cosa es cierta: hay que dejar morir en paz aquello que ya se ha marchitado. Sin embargo, por más que se aplique una cuota básica de raciocinio, no existe manera de entren...

La enfermedad

Pasaban los días, y ya se hallaba resignado a su destino. Conocía que era muy poco probable que pudiera realizar aquellas cosas con las cuales había soñado. Se había convencido de su deslinde de la realidad, y de su terrible dependencia del mundo de los sueños, pero las circunstancias lo obligaban a despertarse. Esa tarde, como cualquier otra, regresó a su casa. No había cansancio, al menos no mayor a aquel desgaste mental que suponían sus horas en el trabajo. Y sin embargo, se sentía extraño. Había comprado una caja de cigarrillos, para ocupar la mente que vagaba, y así aminorar el peso de la lentitud del tiempo. Sentía una sensación diferente, como de un hambre voraz e insaciable. Pero reconocía que su ansiedad por lo que sabía inalcanzable era la raíz de su apetito sin aforo. Se sentía enfermo. Sabía que era como un gusanillo que crecía dentro de sí, el cual silentemente comía sus ímpetus. Sus ganas de vivir se habían anulado. No parecía haber remedio. Vez tras vez había ...

Stay with me

Ya no sé ni que pensar de todo lo que pasó. Si fue mentira o verdad, si fue ilusión vaga o mala interpretación, si fue producto de mi mente enferma o de tus juegos indescifrables. Ya no lo sé. Pero en virtud de esta nueva obsesión con Vianney decidí escuchar esa canción a dúo con Louane que recibí esa mañana mientras tu andabas por París. Hoy no sé bien si era otro mensaje subliminal a mi mente, o simplemente lo que es, una canción y ya. Particularmente me gusta la versión original. Pero como por esos días tus gustos eran mi ley de vida, igual supongo que la disfruté. Hoy escucho la letra y me invaden miles de incertidumbres. De nada valen, anyways. La verdad hoy no quise hablar de ti. Supongo que haciendo el esfuerzo de ir desintoxicando el organismo. Pero bueno, con calma y cordura. Habíamos acordado que no es olvidarte el propósito, sino remover todos los epítetos que adjunte a tu no...

Au revoir

Parece simple retórica cuando releo lo que escribo sobre avanzar. Es tarea casi imposible. Sobre todo porque las vueltas del destino son desatrosamente crueles. Anoche tuve una charla franca conmigo mismo respecto al tema de siempre. Y traté de ser lo más diáfano posible en cuanto a mis sentimientos pasados y presentes, intentando cambiar los futuros. Y había prometido dejar ir todo ese cúmulo de emociones que tengo reprimidas: a veces dolor, a veces decepción, a veces resignación, a veces un amor inconmensurable, a veces una tristeza eterna. Hoy así lo sentí. Esa tristeza terriblemente profunda que parece hacerte llorar hasta secarte, pero que a pesar de ello las lágrimas no salen. Te vi de lejos, como he esperado por días. Y fue tan duro como la última vez. En esta oportunidad completamente convencido de que tu no te percataste de mi presencia, mientras yo te seguía con la mirada suplicante, con el corazón co...

Mi mejor versión

No sé como titular estas líneas. He ido leyendo y releyendo todo lo dicho y a veces, debo ser honesto, me aburre un poco. No porque no sea lo que en realidad vivo, sino porque es encadenarse a una utopía perpetua. Y los golpes contra la realidad han sido suficientes como para frenar de una vez por todas tan absurda esperanza. Uno debe abrazar esa realidad, aunque parezca cruel y dolorosa. Y aunque provoque sentir todo el dolor que queda sin mayor dilación, para asegurar el fin del tormento, debe esperar con suficiente paciencia a que todo se agote a su tiempo. Pero las excusas si se han acabado todas. Entonces, sin más excusas, debe ser pertinente borrar el daño de estos días oscuros, reconocer quien soy, donde estoy y lo que la vida misma dispuso para crecer y avanzar. Damon enfrentó su infierno. Su tormento sin fin era la aceptación de un profundo sentimiento de abandono. Y fue entonces cuando su espíritu se liberó de la cautivi...

Mais t’es où? ...Pas là

Imagen
Hoy me entrego al recuerdo, porque la ausencia es mucha. Porque volver a la realidad de la que escapo a ratos tarde o temprano me pediría enfrentarla. Ningún lugar me hace sentir mas sólo y miserable que esa terraza. Ella ha atestiguado demasiados momentos donde por breves instantes la vida ahoga. Allí, hoy, volví a escuchar el eco de mi vida vacía. Volví a sentir el temor de ver la tarde caer. De encontrarme nuevamente sin rumbo. Pero esta vez no huí. Solo quedaba caminar de vuelta. Habría sido estúpidamente inútil hacer el viaje sin destino. No hubiera importado la prisa, ya no había que hacer tiempo. De igual forma, soy un viajero errante, y mis pensamientos son demasiados para atenuarlos inocentemente. Igual en todos lados eres sólo un espejismo. He encontrado una canción hermosa. Y he recordado que una vez dijiste que me gustaban las canciones tristes y depresivas. No pudo haber mayor verdad en tus palabras. Como de costumbre, te he revivido. Como Elena, cuando no se resignab...

And i wish i was a comet to crash at your feet, just to be remembered

De Jordan Bach aprendí que la necesidad de aceptación nos lleva a traicionar a veces nuestro propio valor como individuos. Pero que también existe un momento de reflexión sobre nuestro comportamiento que nos ayuda a reconocer aquello que disminuye esa cualidad de ser auténticamente nosotros mismos por temor a no gustar. ¿Y por qué temer a ser distintos? Hay quienes no nos aceptan con nuestros errores, como si no fuera válido aprender aún de los ajenos. Sin embargo, nuestro "yo superior", como le llama, nos servirá de consultor en momentos de duda, cuando la confianza nos falle. Me hizo considerar todo aquello que pienso me ha hecho 'no merecedor' de ciertos afectos. Y me enseñó que la percepción ajena no debe ir en detrimento de lo que sabemos sobre nosotros mismos. La opinión de otro sobre mi bondad no disminuye la realidad de que yo pueda ser una buena persona, a pesar de mi probada humanidad falible. Así concluí que no hay nada de malo en ser yo. Contando mi...

Ne me quitte pas

Imagen
Y volvío la noche a traer su recuerdo, ya estéril como siempre. Era una extraña obsesión enfermiza que no le abandonaba. Era ya costumbre. Y siempre la misma pregunta, y siempre la misma respuesta. Y siempre la misma esperanza, y la misma decepción. Y el dolor. Ese que comenzaba a parecer perpetuo, como una muestra física de alguna dolencia quizá moral o espiritual. Sin explicación. Sin causa aparente. Y se preguntaba si estaba muriendo, si silenciosamente aguardaba a su alma el eterno descanso. Podía ser signo de algo real. Ya no podía ignorarlo. Estaba allí, soslayado pero vivo. Esa noche escogió por recordar una canción que parecía traer con diabólica exactitud aquel inicio incoherente. Y si, aún podía sentir con la misma intensidad. Recordar la luz tenue, la cercanía, el antes, el durante y el después. Era preciso. Su memoria no fallaba cuando revolvía sus miserias. No había salida. Era un laberinto de la mente. Una flagelación continua. Sabía que no habría un segundo ...

Y cada día, un instante, volver a pensar en ti

Imagen
" Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grandes los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos..." ~Cortazar~ ... Y prosiguió leyendo esa historia, con mayor interés que la primera vez porque le permitía soñar con el Paris de la Maga, y ambicionar ser parte de un relato parecido. Ese se había convertido en su mayor anhelo, aún consciente de que era una meta lejana e improbable, le confortaba el hecho de poder algún día realizarlo. Había divagado, navegando sobre un mar de pensamientos revueltos, agitados por el viento del recuerdo. Y no entendía mucho los por qué de la vida como le toca...

The world forgetting, by the world forgot

"Come back and make up a good-bye at least. Let’s pretend we had one." Clementine à Joel. Un dolor de cabeza incesante lo atosigó desde la noche anterior. Aún en la madrugada despertaba a ratos con cierta consciencia para reconocer que estaba allí. Pulsante, molesto, inexplicable como todo lo que sucedía aquellos días. No sabía si los pensamientos que hubo tenido durante la tarde somatizaron en ese molesto dolor, inmanente como los recuerdos que lo perseguían constantemente. Existía en él una cierta y particular manera de asociar sus dolores de cabeza a sus pensamientos o acontecimientos de carácter emocional. Era tal vez el único vestigio del pensamiento mágico-religioso que todavía conservaba. No era tanto una razón física y evidente, como sus juicios y valoraciones, incluso la manera en que duramente se juzgaba a si mismo sobre lo que inconscientemente cruzaba sus pensamientos. Esa tarde su imag...

Quand reviandras-tu?

Imagen
                              "A veces un solo ser nos falta,                           y todo nos parece despoblado."                                        Alphonse De Lamartine Había pospuesto estas líneas para asegurarme que toda emocionalidad hubiese sido excretada de mi organismo. Para no escupir palabras llenas de sentimentalismo, sino drenar ideas contaminadas, dañinas, nocivas, innecesarias. Era viernes. La tarde había pasado inusualmente veloz, mis ganas de abandonarlo todo eran inmensas, pero el fin de semana ...

Epitafios

Hace 5 meses desde que te vi por última vez. Ese día no pensé que sería el último. Pero al ir repasando las palabras y las acciones todo parecía indicarlo claramente. No pensé burlar tu astucia, en lo más mínimo. Solo creí que como adulto pensante no le pararías bola a una carajitada como esa, y que no sería más que una arrechera leve. Sin embargo, ese día moriste. Y desde entonces he llorado tu ausencia, he guardado el luto, he vivido el duelo. Intenté revivirte. Embalsamé tu cuerpo, te llevé flores a tu tumba, te hice hasta los novenarios. Tu cadáver hedía. Pero yo confiaba en algún don sobrenatural que te levantara de tu lecho de muerte. Esperaba decir "desatadlo y dejarle ir", pero te habías ido. Para siempre. Estabas en ese limbo desconocido. Te invocaba como el más experto de los espiritistas. Intentaba traerte de vuelta entre los vivos, pero era imposible. Habías m...

Pour la prèmiere fois

Hay muchas primeras veces, o tal vez no tantas. Quién sabe. Pero cierto personaje me hizo reflexionar sobre la primera vez que te vi. Jeans, tennis negros, franela blanca un poco ceñida. Tus ojos grandes brillaban. Tu voz dulce era amigable. El rendezvous misterioso. La noche cómplice de mis locuras. Mis eternas añoranzas.  Mi viaje a la playa pensando en ti. Mis ganas de volver a verte. Mis ilusiones. Y aquella historia de mis mejores días que comenzaba a ser extraña coincidencia de la vida que por primera vez me sonreía. He ahí otra primera vez. La primera vez que escuchaba Francis Cabrel, o Nina Simone. La primera vez que quise quedarme. La primera vez que quise volver a ver a alguien. La primera vez que nos vimos luego del trabajo. La primera vez que compartimos un soirée en tu depa. La primera vez que caminaba tarde por el centro de la plaza, sonriendo al recordarte. La primera vez del mouse de magret. Con cornichons. ¿Ser...

Que vivir no es solo respirar

Día largo. Larguísimo. Lleno de horas vacías. La tristeza común desde la mañana. La inevitable incertidumbre de las diez y media. La lentitud del mediodía. Y luego la mengua eterna. Las horas terribles de la tarde llena de nada. Llenas de ocio. Del hambre del cuerpo ante el vacío de espíritu. De lo anhelado yuxtapuesto a esta realidad mezquina. Del cansancio del alma. Esa que lucha como un indómito animal contra el letargo de lo externo. Hoy reconocí mi muerte otra vez. Me vi a mí mismo dentro de mi ataúd, amortajado, inmóvil. Estoy en crisis. Al punto donde mis temores, dudas y trastornos se exacerban. Donde pensar no sirve, y vencer el desánimo es luchar contra un dragón de siete cabezas y diez cuernos. Alcanzar todos los límites y rebasarlos. Ese desenlace puede no ser alentador.                                                         ...